Estudio 50, espacio para el arte en La Habana

Milene Medina
Fonoma Blog
Published in
5 min readAug 28, 2020

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Robin Pedraja en Estudio 50. Foto: Jorge Azor/ Fonoma.
  • Capítulo #6 de la serie de Fonoma: “Emprender en Cuba”

En el centro de La Habana, en la calle Lugareño entre Carlos III y Almendares, hay una nave inmensa construida hace más de 100 años, que estuvo en deterioro durante un tiempo. Antes era una fábrica de espejos, hoy es un espacio donde conviven fotografía, audiovisual, música, arte.

Esta es la casa de Estudio 50, un proyecto fundado por Luis Mario Gell en 2012, con el propósito de crear en La Habana un sitio para la fotografía profesional de artistas y personalidades de la cultura cubana en general. Sus primeros encargos fueron portadas para álbumes de artistas urbanos como Gente de Zona, Yomil y El Dany, El Taiger, y bandas de jazz o música popular como Van Van. También trabajaron con orfebres, artistas plásticos, actores, arquitectos…

Un espacio para las artes

Desfile de la marca de diseño cubano, Clandestina, en marzo de 2019. Foto cortesía de Estudio 50.

La descripción del lugar en las redes sociales es la siguiente: “estudio para el desarrollo de las artes”. Una definición un tanto diferente a la línea que se trazaron inicialmente cuando todo giraba en torno a la fotografía, con el fin de ocupar un lugar que no existía en el escenario habanero del 2012. Sin embargo, ocho años después, el proyecto continúa evolucionando.

La sede forma parte de ese proceso de transformación, porque la nave de la Calle Lugareño y Almendares no fue siempre la casa de dicho estudio. Viven aquí desde 2017. Tal vez, esta fue la razón por la que inicialmente se dedicaban sólo a hacer sesiones fotográficas de los artistas para sus proyectos individuales, hasta que en 2014 cuando nació Vistar Magazine (medio independiente de la farándula y cultura cubana) este se convirtió también en el sitio para realizar las fotos de la revista.

Conciertos para recaudar fondos tras el paso del tornado por La Habana. Foto cortesía de Estudio 50.

“Escogimos este lugar porque queda relativamente en el centro de todos los puntos — Habana vieja, Vedado, Nuevo Vedado, Cerro. Y en segundo, porque este espacio reúne las condiciones ideales. Son 1250 metros cuadrados de nave, donde tenemos varios set, lo que implica que podemos realizar varios trabajos a la vez sin uno coincidir con el otro”, explica a Fonoma Robin Pedraja, director creativo de Estudio 50 y Vistar Magazine.

Las cuestiones legales son las siguientes: Estudio 50 está representado por Galería Habana, también un grupo de sus creadores están inscritos en el registro del creador del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). De la misma forma, allí trabajan personas con licencias de cuentapropista a quienes contratan y prestan servicios por el tiempo que se estime.

Los servicios y el sello de este Estudio

El realizador Alejandro Pérez durante la filmación de un videoclip en 2019. Foto cortesía de Estudio 50.

La antigua fábrica de espejos es un espacio multiuso. Aquí se han realizado conciertos, gran parte de ellos con carácter benéfico. Por ejemplo, aquel Habana de pie en febrero de 2019, con el único fin de recaudar fondos para los damnificados del tornado.

Por otro lado, están los eventos — la mayoría con entrada libre de costo o con previa invitación — como exposiciones, ferias de arte y moda o encuentros de coctelería.

“Hemos sido uno de los pioneros en muchos de los eventos que se han realizado en La Habana junto a otros espacios multiculturales. Nos ha servido para establecer un lazo directo con artistas visuales, realizadores de videoclip, de cine, con programas de la televisión cubana. También hemos conectado con toda la farándula cultural de esta ciudad, la que el público conoce y la que no. Por tanto, aquí confluyen diariamente muchos proyectos”, continúa Robin.

El reto de ser autosostenible

Encuentro Internacional de Gestión de Ciudades Patrimoniales, mayo de 2019. Foto cortesía de Estudio 50.

En pleno año 2020, con todas las complejidades que esta fecha implica, este espacio apuesta por convertirse en el primer estudio con fuentes de energía renovable en Cuba.

“Tenemos un equipo para reciclar el plástico que a la vez se lo entregamos al proyecto Ecomadera de Matanzas, y con ese mismo material reciclado amueblamos el local. Actualmente estamos instalando paneles solares para poder generar energía renovable ¡Sería maravilloso!”, ilustra Pedraja.

Además, durante estos meses de afectaciones por la Covid-19, el estudio, lejos de detenerse, aprovechó el tiempo para hacer reparaciones y se convirtió en un espacio de apoyo a la comunidad.

“Ayudamos a las personas mayores que viven solas, colocamos un punto de hipoclorito y -coordinado con las autoridades locales- vendimos alimentos y productos racionalizados”, cuenta Luis Mario Gell.

Aunque por ahora el equipo se ha volcado en la restauración de la fábrica, construida en 1918, una vez que termine la pandemia retomarán el camino que convirtió a Estudio 50 en un centro para el desarrollo de las artes.

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