John Wayne: Hacer humor en un país meme
- Capítulo #8 de la serie Fonoma Talks
Se alista, prepara el set, y cuando va a encender la cámara… las gallinas, el grillo, la música de la vecina… ¿Cuándo se ha visto una casita de campo sin un poco de caos?
Jonathan Montelongo es de “un barrio caliente de Pinar del Río, llamado El Rancho”. Bajo un techo de guano filma “comerciales de Cuba”, lee “el horóscopo” o hace cualquier cosa que a sus personajes se les ocurra. En las redes se le conoce como John Wayne, y le siguen más de 262 mil personas.
“Creo que mudarme a la capital me costaría. La vida allá pasa muy rápido y yo necesito mi tiempo”, dice el joven. “No me opongo a ir por trabajo o de visita, pero siempre tirando después pa’l monte, donde puedo sentarme y escuchar después al gallo, o al perro ladrando en el video”.
De Jonathan Montelongo a John Wayne
Jonathan estudió actuación en la secundaria, y luego entró a la escuela de instructores de arte en la modalidad de teatro. En el 2019 comenzó un canal de YouTube, y durante la pandemia “se mudó” a Instagram, porque le parecía más dinámico. Ahí escogió como nombre John Wayne, por uno de sus actores norteamericanos favoritos, y porque mucha gente usaba ese diminutivo para hablarle de forma cariñosa.
“Mi primer video viral fue, irónicamente, uno de los pinareños. Tenía en las manos un cartel que decía ‘Los pinareños no son tan bobos’, y debía ir pasando los otros papeles para explicar el porqué, pero siempre dejaba estático el primero”.
Desde entonces mucha gente le detiene en la calle para elogiar su trabajo o pedirle fotografías. “Y nunca sé qué hacer. Me emociono, me pongo nervioso, no sé si decir gracias o de nada”, confiesa.
Cuenta que detrás de cámaras es una persona tímida, tanto que su familia, alejada de las redes, a veces no se da ni cuenta de lo que hace. Tiene un grupo pequeño de amigos a los que “obliga a dar like” y a escuchar a modo de prueba los mismos chistes que luego sube a sus redes sociales, pero una vez publicados, le da mucha vergüenza ver los videos, o que alguien lo haga frente a él.
El John Wayne en la pantalla de los teléfonos es todo lo contrario. Aparece cada día con nuevos y ocurrentes personajes, que lo mismo “hacen un casting buscando inspectores de la ONAT” o asisten “al velorio del presidente del CDR”.
“No creo a mis personajes; este país y sus situaciones cotidianas me dan de qué hablar, y así nacen ellos. Solo trato de ponerles mucha cubanía. Quiero que se parezcan a nosotros, y que el público conecte o sienta empatía con ellos.
En una ocasión, llegando a Cuba de un viaje, lo detuvieron en la aduana y pensó que era para una inspección. Por suerte era para una foto, y respiró aliviado. Unos días después publicó un video sobre las peripecias que enfrentan los cubanos en el aeropuerto al llegar al país. El corto era una “publicidad irónica” que concluía: “Somos la Aduana, raspándole y raspándole a la familia cubana”. A los pocos días encuentra en su buzón de Instagram un mensaje de las mismas oficiales de emigración que se habían tomado la foto con él.
“Se reían y me decían que les tiré fuerte a pesar de que me habían tratado bien. Me dio mucha gracia eso. Les expliqué que era un chiste, y nada sobre ese momento en particular. Al final eso es el humor, reírse de diferentes instantes vividos por diferentes personas”.
Intenta divertirse siempre con las redes. Las ve como un hobby, aunque en algún momento puedan convertirse en trabajo o traer algún beneficio. Comenta que, con la locura y la crueldad que a veces hay en Internet, si viera las redes como obligación se estaría atando a un trabajo caótico.
11:Once y otros proyectos
Los planes de Jonathan van más allá del humor en redes sociales. Sueña con hacer un blog de viajes, o con trabajar en la gran pantalla encarnando papeles diversos. De momento va dando algunos pasos en el género dramático con 11:Once una serie de seis capítulos, realizada por Vision Plus Productions, una compañía independiente fundada y dirigida por Montelongo.
En el 2022 la serie quedó entre los finalistas del 8vo Festival Web Serie Global. En ella, Jonathan no solo fungió en el rol de director, sino también, frente a las cámaras, en el papel de un joven llamado Fabián.
“No pude dejar de actuar, porque es lo que me gusta. Intenté equilibrarlo lo mejor posible, pero confieso que fue difícil estar interpretando al personaje y al mismo tiempo pensar en qué estaría pasando en producción. Nunca logras estar al 100% dentro la actuación, pero creo que funcionó”.
Jonathan imagina un día en el que pueda trabajar junto a grandes de la pantalla como Meryl Streep o Johnny Depp (sí, está obsesionado con los “Johns”). También menciona a Aly Sánchez, Eddy Suárez o George Harris, con quienes le gustaría colaborar en un futuro más cercano haciendo contenido humorístico. De momento, no descarta su trabajo en redes sociales, son la plataforma que le ha permitido hacer reír con su trabajo a miles de personas, y ya les ha “cogido el gusto”.
Criticar desde el humor
Vestida de negro y con una peluca rosa, una de los personajes de John Wayne se dispone a grabar. Esta vez el set es una cocina y el tema del video es “la receta para hacer a un dirigente cubano”. La gente asiente y ríe en los comentarios. Al parecer muchos conocían “el platillo”.
La crítica social condimenta los videos de John Wayne. Son ese ingrediente que nunca falta, porque cree que “si el artista no tiene algo que comunicar, está trabajando en vano”.
“Martí dijo que el humor es un látigo con cascabeles en la punta y quiero y creo que mis videos sean eso, y si esto me ha traído problema… pues, estamos en Cuba. Ahí te lo dejo”.
¿Y con el público has tenido algún problema por eso?
En la actualidad, que tenemos mucho más acceso a Internet, los cubanos han visto mucho y se ha educado, y creo que ya la mayoría de la gente asume lo que digo no como un chiste aislado, sino como algo que ocurre dentro de sus casas o que le pasa a personas cercanas en su día a día. Hay quien ve mal la crítica, y prefiere seguir encerrado en su mundo, pero creo que son más las personas que la apoyan o se ven identificadas.
¿Cuán complejo es crear desde Cuba?
Crear desde Cuba para mí ha sido una facilidad dentro de lo que cabe; no por recursos, obviamente, sino por ideas. Cuba, sin que se me malinterprete, es un país meme. Aquí suceden tantas cosas cómicas que siempre vas a tener contenido y público si lo haces bien y desde el respeto.
Fonoma es un servicio de Recargas a Cuba:
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