Kristoff Kriollo o el extraño caso de un influencer tímido
- Capítulo #4 de la serie de Fonoma: #TwitterCuba
El humor de Kristoff Kriollo tiene más de criollo que del propio Christopher Gómez. La combinación ha dado frutos y desde hace más de un año sus cuentas en redes sociales lo convierten en uno de los creadores de contenidos más populares del momento.
“Esa es mi mejor parte, la más graciosa y simpática, no soy así, soy un poco más penoso”, asegura a Fonoma, ahora seguro de que la fórmula de su éxito está en la propia realidad cubana.
“Es imposible hacer humor en Cuba y no tratar un tema de Cuba. Tú puedes hacer un chiste cualquiera, que no va a funcionar igual que el de un problema que tengamos y todos se vean identificado”.
Seguidores de Kristoff Kriollo en redes sociales
“Llevo cerca de cuatro años haciendo videos, pasé tres sin que nadie me viera. Por eso siempre digo que todo está en no rendirse y en llegar hasta el final, digan lo que digan. Si tienes un sueño, tienes que luchar por eso. La vida sin metas o sueños no tiene sentido, es luchar por lo que te gusta”.
¿Antes de dedicarte a crear este tipo de contenido, considerabas tener talento para el humor?
Desde chiquito decía que quería ser gracioso como mi papá porque él era el centro de todos los encuentros y siempre estaba “dando chucho”. Yo intentaba estar a la par con él y se reían conmigo. Con 16 años vi a uno de los primeros youtuber, a Germán, y dije esto es lo que quiero hacer.
¿Cómo fueron tus inicios en la creación de contenidos?
En la misma cuarentena empezaron a explotar los videos, se hicieron virales y empecé a crecer en todas las redes. No fue cuando empezó pero ahí fue cuando “me pegué”, como decimos los cubanos.
¿Algún video en particular trajo esto?
Sí, el video de estoy vacunado con Abdala.
¿De dónde surgen las ideas?
De lo que pasa en el día, qué hay en el bombo, de ahí sale. Lo más difícil es pensarlo, a veces hago un guion y a veces no, pero la idea es lo que más me demora.
Estoy conforme con mi trabajo pero sé que puedo mejorar. Lo que yo hago se estudia también: la actuación, los gestos, la manera de hacerlo, la edición, las tomas. Los videos y el contenido también evolucionan.
¿La realidad cubana es tu principal inspiración?
Cuando empecé a hacer videos usaba más el humor internacional hasta que empecé a hacer la crítica social y empezó a gustar.
Entonces hago ambas cosas: los videos de cosas que entenderían en todo el mundo pero no funcionan igual que los de crítica social de Cuba. Esos videos que son para un público cubano y gustan mucho más.
¿Te consideras un influencer?
Soy aunque no quiera, cuando ya tienes seguidores influyes sobre las personas. Se le da un mal concepto pero con un buen uso, es algo positivo.
¿Cómo manejas esa responsabilidad?
Siendo bastante normal, yo sé que me siguen muchos niños y entonces trato de hacer cosas que no traigan malos entendidos. Trato, por ejemplo, que no me vean fumando, algo que hago en mi vida normal.
¿Quiénes te acompañan en tus videos?
Cuando empecé estaba becado en el pedagógico de Matanzas y empecé con compañeros míos de la beca, como Carli que siguió conmigo.
Ahora mismo grabo con él, pero tengo varios que están empezando y me ayudan. Ellos me escribieron en sus inicios porque querían un consejo o hacer algo conmigo y se han vuelto parte del elenco y mis amigos.
¿Qué más te gustaría hacer?
Uno de mis mayores metas es hacer una película de humor, me gusta mucho el cine pero siempre me he guiado por el humor, el drama no me gusta. Para hacer una película tiene que ser una comedia.
Si no fueras comediante o creador de contenido, ¿hay alguna otra profesión que te hubiera gustado ser?
No creo, siempre he pensado que quizás veterinario pero la sangre me da fatiga. Solo se me ocurre algo que tenga que ver con los animales, pero desde que he querido trabajar en algo, siempre he pensado en lo mismo.
¿Qué crees del stand up?
Es mágico, me gusta, el trabajo en vivo es otro nivel. Siempre había dicho que no soy comediante, soy creador de contenido. Veía bastate lejos eso de pararme frente a un público y hacerlo reir hasta que me arriesgué y lo hice.
¿Cómo llegaste al stand up?
La primera vez fue en mi cumpleaños, yo quería hacer una reunión con mis seguidores allá en Matanzas. Me habían escrito de un bar para hacer algo y lo hice allí. Primero pensé en un encuentro para tirarnos fotos y hablar, pero me embullé y escribí un monólogo. El resultado me gustó y así fue como me lancé.
Después del primer intento en Matanzas, me dije yo puedo hacerlo.
Otros creadores como San Memero y Capitán Diez empezaron en el teatro con un show en el Bertolt Brecht y me invitaron.
Terminé en el Brecht y salió muy bien. Ahora estoy tratando de hacerlo una vez al mes con el grupo de Michel Pentón que se llama Los Reemplazables.
¿Te ha pasado algo inesperado con tus seguidores?
Inesperado es que me conozcan los famosos cuando me ven, eso es inesperado. Además que la gente se reúna y se haga una cola para tirarse una foto conmigo. Al principio venían seguidores a tirarse fotos conmigo y me ponía más nervioso todavía.
¿Kristoff es un personaje que creaste o eres así de ocurrente?
Esa es mi mejor parte, la más graciosa y simpática. Mis seguidores no lo saben, pero soy muy introvertido cuando no estoy en confianza.
Fonoma es un servicio de Recargas a Cuba:
Capítulo anterior de la serie #TwitterCuba
Kristoff Kriollo responde el Cuestionario Fonoma:
